sábado, 5 de septiembre de 2009

A DIOS ROGANDO

En algunos pueblos del sur de Francia, durante el siglo XVII, se veneraba con respeto el falo del santo provenzal Foutin. Las mujeres acudían a la iglesia para cortar virutas de su desproporcionado órgano viril, con las que hacían pócimas para estimular la concepción. Los sacerdotes, para no echar a perder la reputación del santo, colocaron un palo en las ingles de la estatua que, mediante encubiertos golpes con un mazo de madera desde detrás del altar, iba recuperando las dimensiones perdidas.

Jesucristo no nació un 25 de diciembre... La verdad es que nadie sabe con certeza la fecha de la Navidad. En el siglo III, Clemente de Alejandría propuso el 20 de mayo como día del nacimiento de Cristo. La iglesia de Armenia aún sostiene que la fecha correcto es el 6 de enero. En cuanto a la Iglesia católica, escogió esta fecha en los tiempos en que eran perseguidos por los romanos: 25 de diciembre era la celebración del Natalis Solis Invicti, el Sol Inconquistable. Amenazados por los cultos paganos, los cristianos decidieron utilizar la misma fecha para festejar su Navidad, aparentando de este modo que se integraban en las celebraciones romanos.

El cardenal Rodrigo Borgia, que más tarde se convirtió en el Papa Alejandro VI, vivía con una romana llamada Vannozza Catanei, mujer que antes había estado casado tres veces y era madre de seis hijos. También se le acusó de haber tenido relaciones sexuales con su hija Lucrecia.

Más del 70% de la población mundial era polígama hasta que la cristiandad impuso sus modos de vida.

San Lorenzo, mártir de la Iglesia católica, murió en el año 258, quemado lentamente en una parrilla. Sobre su tumba se levantó una iglesia, que aún hoy es una de las siete basílicas de Roma. Sin embargo, otras parroquias italianas aseguran tener las reliquias del santo y de su martirio: la parrilla, la paletilla del mártir, un brazo, la mandíbula, una parte de la espina dorsal, un dedo, un pie, dos costillas y un poco de grasa.

En los años del Renacimiento, la abadesa italiana Benedetta Carlini fue condenada a pasar 40 años encerrada en una celda de la abadía y ser alimentada a base de pan y agua por haberse hecho pasar por un ángel masculino llamado Splenditello, y obligar a cometer actos de lesbianismo a una joven hermana de la comunidad. Sólo podía salir para ser azotada y oír misa.

Como consecuencia de la sequía que asolaba el departamento mexicano de Las Castañas, en 1833, el alcalde mayor del pueblo decretó:
Art. 1. Si en ocho días desde la fecha no llueve abundantemente, nadie irá a misa ni rezará.
Art. 2. Si la sequía dura ocho días más, serán quemadas las iglesias, conventos, capillas...
Art. 3. Si tampoco llueve en otros ocho días, serán degollados los clérigos, frailes, monjas, beatos y santurrones. Además añadía: “Y por el presente se conceden facultades para cometer toda clase de pecados, para que el Supremo Hacedor entienda con quién tiene que vérselas”. La noticia fue publicada en el diario La Libertad. Afortunadamente, llovió.

Se ha calculado que en el siglo VIII la Iglesia era propietaria de más del 20% de la superficie de Europa occidental.

En un censo efectuado en 1490 por encargo del Papa Inocencio VIII, aparecieron 6.800 cortesanos - prostitutas y concubinas - al servicio del disoluto clero romano.

Cuando la santa florentina María Magdalena de Pazzi (1556-1607) caía en éxtasis, lo cual era muy frecuente, pronunciaba las palabras con tanta rapidez, que necesitaba de seis secretarias para que fueran apuntando sus frases. A veces hablaba durante días enteros.

La Virgen María es la mujer que ha aparecido más veces en la portada de la revista Time.

La iglesia católica tiene 60 santos registrados con el nombre de Juan.

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